Palacio (2011 / 2014)
Un joven recibe un correo electrónico de su pareja, tras dos años de desaparición. Una mujer cumple los deseos irracionales de un viejo ornitólogo japonés abatido por el luto: leerle los diarios de su difunta hija a un salón de pájaros. Una amiga que escucha, desde el margen, atentamente el relato; y una joven trompetista de jazz que lo observa todo desde la tarima. Entre estas coordenadas se entabla una búsqueda en la que la verdad y la imaginación melancólica se confunden para conformar un panorama torcido, digno de este presente intempestivo, donde todo es experimentado a segunda mano y a la distancia.
Palacio es un ejercicio—como toda primera novela—de ausencia e imaginación que busca explorar los pequeños sufrimientos a distancia de esta recién culminada década del siglo XXI, sin angustiarse por las indiscutibles influencias de las lecturas de Manuel Abreu Adorno, Paul Auster, y Haruki Murakami, entre otros.